Durante la antigüedad se celebraba en Roma una fiesta pagana dedicada a la fertilidad, llamada Lupercalia.
Durante esta fiesta, las mujeres esperaban ser golpeadas con látigos hechos de piel de cabras y perros, mojados en la misma sangre de estos animales, ya que creían que este ritual les otorgaba fertilidad.
Siglos más tarde, en el año 496, el papa Gelasio I prohibió esta celebración e instauró el 14 de Febrero como día de la fiesta de San Valentín. En 1382, el escritor inglés, Geoffrey Chaucer, escribió un poema titulado Parlamento de los pájaros, en el que se menciona por primera vez al Día de San Valentín como un día de festejo para los enamorados.
A partir del poema de Chaucer, se comenzó a considerar el Día de San Valentín como un día dedicado al amor. Dieciocho años más tarde, el rey Carlos VI de Francia, creó la Corte del Amor, mediante la cual, el primer domingo de cada mes y durante el Día de San Valentín, se efectuaban una serie de competencias en los que los participantes competían para conseguir pareja entre las doncellas cortesanas.